Helicobacter pylori, transmisión y epidemiología

Tiempo de lectura: 4 minutos

Nuevas guías 2021 de la WGO parte I

Helicobacter pylori ha sido reconocido como uno de los principales patógenos de la humanidad durante casi cuatro décadas. Sin embargo, a pesar del impacto del tratamiento de las personas infectadas y la reducción de la transmisión de la infección en las comunidades en las que los niveles de vida socioeconómicos han mejorado, sigue siendo el patógeno bacteriano humano más común, infectando quizás a la mitad de la población mundial. Como resultado, sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

La infección por H. pylori provoca invariablemente gastritis crónica activa. En la mayoría de las personas, esto puede ser clínicamente silencioso durante toda la vida, pero en una minoría sustancial causa varias enfermedades gastroduodenales, la más importante, la úlcera péptica, el cáncer gástrico y el linfoma del tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica (por sus siglas en inglés, MALT). También aumenta el riesgo de ulceración gastroduodenal y hemorragia en pacientes que toman antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ácido acetilsalicílico y es responsable de los síntomas en un subconjunto de pacientes con dispepsia funcional.

H. pylori se ha estudiado intensamente. Una búsqueda bibliográfica revela más de 45.000 publicaciones. Se ha aprendido mucho sobre la epidemiología de la infección, la biología, la genética, la fisiopatología, la expresión de la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento. Sin embargo, persisten importantes lagunas en nuestro conocimiento. El modo preciso de transmisión de la infección sigue sin estar claro, a pesar de muchos estudios epidemiológicos que identifican factores de riesgo de infección. Los determinantes de la expresión de la enfermedad aún no se comprenden completamente, incluidos muchos aspectos de la interacción huésped-patógeno. Las vías óptimas de manejo clínico en diferentes entornos son todavía un tema de debate, y se siguen buscando refinamientos en las modalidades de diagnóstico. La búsqueda del tratamiento más eficaz, seguro y simple sigue siendo un tema importante para los médicos, y el problema de la resistencia a los antimicrobianos a la terapia es un desafío importante. No se ha determinado cuál es el mejor método para la vigilancia de los cambios histológicos adversos en la mucosa gástrica y se sigue buscando una vacuna eficaz.

Es importante destacar que el manejo de la infección por H. pylori es un reto en el ámbito clínico de la enfermedad que desencadena, ya que el asesoramiento clínico se basa en los mejores datos locales disponibles, en lugar de extrapolar las directrices formuladas en otras regiones, que pueden ser menos aplicables. Sin embargo, en muchas áreas en las que el impacto de la infección por H. pylori es mayor, faltan datos de alta calidad para determinar las mejores prácticas locales. Abordar esta brecha en el conocimiento es un desafío importante. Mientras tanto, las decisiones deben basarse en la mejor evidencia local disponible, la extrapolación de datos de mayor calidad de otros lugares y la opinión de expertos.

Sobre la base de estos antecedentes, el propósito de la actualización de las directrices globales de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO) es resumir y revisar la evidencia de una serie de nuevas pautas que describen las mejores prácticas y sugerir cómo se pueden aplicar estos principios en todo el mundo utilizando el enfoque de “cascadas”. Este enfoque reconoce las variaciones en la prevalencia regional y el impacto de la infección y las grandes diferencias en los recursos de salud disponibles para abordar el problema, que requieren enfoques locales pragmáticos y adaptados. La carga de morbilidad causada por H. pylori recae de manera desproporcionada en las regiones con menos recursos, que están insuficientemente representadas en las encuestas epidemiológicas y, a menudo, no son el foco de las guías clínicas.

Transmisión de infección por H. pylori.

Aunque existen factores de riesgo de infección bien descritos e hipótesis plausibles, el modo preciso de transmisión no se ha establecido definitivamente. La mayoría de las infecciones parecen ocurrir en la primera infancia, y una minoría de casos se desarrolla en adultos. Existe una fuerte evidencia de estudios epidemiológicos y genéticos de la transmisión de persona a persona, particularmente dentro de las familias. Las madres parecen ser particularmente importantes en la transmisión a sus hijos pequeños. La ingestión del organismo parece más plausible a través de la vía gastro-oral u oral-oral. La transmisión fecal-oral parece menos probable, al menos en los países desarrollados. Si la transmisión se produce a través del agua, los alimentos, las mascotas domésticas o las moscas sigue siendo un tema de especulación.

Epidemiología.

 

Figura 1. Prevalencia global de H. pylori.

Tomado con modificación De Hooi et al. 2017

Aunque se cree que la mitad de la población mundial está infectada por H. pylori, existe una amplia variación en la prevalencia de la infección entre países y dentro de ellos (Fig. 1). Además, la prevalencia puede variar dentro de una misma ciudad y también entre subgrupos dentro de una población (Fig. 2). Por ejemplo, puede haber grandes variaciones en la prevalencia entre poblaciones urbanas más prósperas y poblaciones rurales.

Figura 2. Prevalencia de H. pylori entre niños y adultos jóvenes en Kuala Lumpur, Malasia. De Goh et al., 2017.

Referencias:

  1. Hunt RH, Xiao SD, Megraud F, Leon-Barua R, Bazzoli F, Van der Merwe S, Vaz Coelho LG, Fock M, Fedail S, Cohen H, Malfertheiner P. World Gastroenterology Organization Global Guidelines Helicobacter pylori. 2021: WGO global guidelines. 2021.
¡Haz clic para calificar esta publicación!