Mitos y realidades de la condroitina

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La osteoartritis (OA), caracterizada por la degradación progresiva de la matriz del cartílago, la esclerosis del hueso subcondral y la formación de osteofitos es la forma más común de artritis. A nivel mundial, también se prevé que aumente la prevalencia de la OA, en particular de las grandes articulaciones que soportan peso, como la rodilla y la cadera. En la actualidad, la OA se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública y sigue afectando a alrededor del 10 % de los hombres y al 18 % de las mujeres mayores de 60 años.1

Estudios previos sugieren que el envejecimiento, la predisposición genética, la obesidad, la inflamación y la carga mecánica excesiva predisponen a la aparición y desarrollo de OA. Los cambios estructurales dan como resultado dolor y rigidez articular, hinchazón y sensibilidad, lo que eventualmente puede provocar discapacidad y afectar la calidad de vida de los pacientes. Las estrategias de tratamiento de la OA incluyen terapias farmacológicas y no farmacológicas. Entre las terapias farmacológicas, los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son opciones de tratamiento actuales para la OA debido a su eficacia bien establecida. Sin embargo, actúan como tratamientos sintomáticos sin ofrecer modificación de la enfermedad de la OA, y se les acusa de aumentar el riesgo de eventos adversos, incluido el sistema gastrointestinal y/o cardiovascular. Por esta razón, la atención se ha centrado recientemente en un tratamiento ideal, que puede mejorar los síntomas clínicos de la OA con mejores perfiles de tolerabilidad y seguridad, como los fármacos sintomáticos de acción lenta (SYSADOA).1

La glucosamina y la condroitina, como medicamentos importantes en los SYSADOA, son compuestos naturales en el cuerpo que funcionan como sustratos principales en la biosíntesis de proteoglicanos. Se sugiere que tanto la glucosamina como la condroitina se absorban parcialmente y luego lleguen a las articulaciones, lo que alivia el dolor articular y reduce la velocidad de destrucción de las articulaciones y la pérdida de cartílago. Son dos categorías principales de agentes que actúan potencial o teóricamente como agentes condroprotectores y fármacos OA modificadores de la enfermedad (DMOAD, por sus siglas en inglés). La efectividad basada en el resultado de un ensayo controlado aleatorio (ECA) publicado en 2013 sugirió que el consumo de condroitina en ciertas dosis tiene un efecto positivo en el alivio del dolor y la mejora de la función. Aunque muchos estudios han demostrado un efecto significativo del tratamiento, acompañado de una seguridad notable, todavía existe controversia con respecto a la efectividad de estos DMOAD.1

Sobre la base de la evidencia existente, se consideró necesario actualizar un estudio y evaluar críticamente la información actual basada en evidencia sobre la administración de glucosamina y condroitina para el tratamiento de la OA de rodilla o cadera. En este estudio, se realizó un metaanálisis relativamente completo para evaluar la efectividad y la seguridad de los supuestos DMOAD. Se observó que, dada la eficacia de estos fármacos sintomáticos de acción lenta, la condroitina oral es más eficaz que el placebo para aliviar el dolor y mejorar la función física. La glucosamina mostró efecto sobre el resultado de la rigidez. Con respecto al número limitado de terapias combinadas, se necesitan más estudios para investigar la efectividad precisa.1

Se realizó una revisión de los efectos del sulfato de condroitina en pacientes con osteoartritis. Se encontraron 43 estudios con 9110 pacientes después de la búsqueda de estudios hasta noviembre de 2013. En su mayoría fueron estudios de osteoartritis de la rodilla (pocos de las manos, uno de cadera) que variaron en duración de un mes a tres años. La revisión muestra que en pacientes con osteoartritis:

Se ha demostrado un efecto positivo de glucosamina y condroitina en los hallazgos clínicos y radiológicos. Sin embargo, solo existen unos pocos ensayos de nivel I de alta calidad, especialmente para la evaluación de la progresión radiológica de la OA. Se puede concluir que tanto la glucosamina como la condroitina parecen ser seguros y no se han informado eventos adversos graves.2

Referencias:

  1. Zhu X, Sang L, Wu D, Rong J, Jiang L. Effectiveness and safety of glucosamine and chondroitin for the treatment of osteoarthritis: a meta-analysis of randomized controlled trials. Journal of orthopaedic surgery and research. 2018 Dec;13(1):1-9.
  2. Vasiliadis HS, Tsikopoulos K. Glucosamine and chondroitin for the treatment of osteoarthritis. World journal of orthopedics. 2017 Jan 1;8(1):1.
  3. Singh JA, Noorbaloochi S, MacDonald R, Maxwell LJ. Chondroitin for osteoarthritis. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015, Issue 1. Art. No.: CD005614. DOI: 10.1002/14651858.CD005614.pub2
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