Rivaroxabán o aspirina para el tratamiento prolongado de la tromboembolia venosa

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El tromboembolismo venoso, que incluye la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar, está dentro de las causas más comunes de muerte vascular después del infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.

El pilar del tratamiento es la anticoagulación, y las guías actuales sugieren el uso de agentes anticoagulantes orales directos como el rivaroxabán sobre los antagonistas de la vitamina K como la Warfarina.
La terapia de anticoagulación se administra durante 3 meses o más, dependiendo del balance entre el riesgo de tromboembolismo venoso recurrente y el riesgo de sangrado.  

En pacientes sin factores de riesgo reversibles, el riesgo de tromboembolismo venoso recurrente es de hasta un 10% en el primer año si se suspende la terapia anticoagulante.

Los pacientes en quienes la trombosis se desencadenó por factores de riesgo no quirúrgicos o que tienen factores de riesgo persistentes tienen un mayor riesgo de recurrencia que aquellos con trombosis posoperatoria. Además, debido a la superposición de factores de riesgo, los pacientes con tromboembolismo venoso tienen un mayor riesgo de eventos trombóticos arteriales, incluidos infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte vascular. 

Aunque la terapia prolongada de anticoagulación es efectiva para la prevención del tromboembolismo venoso recurrente, la preocupación por el sangrado a menudo conduce a la renuencia a continuar el tratamiento anticoagulante más allá de los 6 a 12 meses. Los intentos de reducir el riesgo de hemorragia cuando se prolonga el tratamiento incluyen el uso de terapia anticoagulante en dosis más bajas y el uso de aspirina en lugar de un agente anticoagulante.

A una dosis de 20 mg una vez al día, el rivaroxabán es eficaz para la prevención de accidentes cerebrovasculares en pacientes con fibrilación auricular y para el tratamiento del tromboembolismo venoso después de un ciclo inicial de 21 días de terapia con dosis más altas.

A una dosis de 10 mg una vez al día, el rivaroxabán proporciona una tromboprofilaxis eficaz después de una artroplastia electiva de cadera o rodilla. En el ensayo Long-term Prevention of Recurrent Symptomatic Venous Thromboembolism, se comparó la eficacia y la seguridad de estas dos dosis de rivaroxabán con las de la aspirina en pacientes con tromboembolismo venoso que habían completado de 6 a 12 meses de terapia anticoagulante y para los que tenían la necesidad de continuar con la anticoagulación.

Los objetivos secundarios de ese estudio fueron determinar si la dosis más baja de rivaroxabán era tan eficaz como la dosis más alta y si se asociaba con menos sangrado. Fue un estudio aleatorizado, doble ciego, de fase 3, que comparó la eficacia y seguridad de dos dosis de rivaroxabán con las de aspirina para el tratamiento prolongado del tromboembolismo venoso, hasta 1 año después de los 6 a 12 meses iniciales de terapia. 

El estudio muestra que, en comparación con la aspirina, tanto la dosis de 20 mg como la de 10 mg de rivaroxabán redujeron un 70% el riesgo relativo de tromboembolismo venoso recurrente (aproximadamente 3 puntos porcentuales). Estos beneficios se observaron con tasas de sangrado mayor y menor, que fueron bajas y similares a las de la aspirina. Por lo tanto, se concluyó que el rivaroxabán fue más efectivo que la aspirina para la prevención del tromboembolismo venoso recurrente y se asoció con un riesgo similar de hemorragia.

Referencia:

Weitz JI, et al. Rivaroxaban or Aspirin for Extended Treatment of Venous Thromboembolism. N Engl J Med.2017;376(13):1211-22.

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