OSTEOARTRITIS

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La osteoartritis (OA) es considerada la forma más común de artritis y es una de las principales causas de dolor y discapacidad en las personas mayores. Sin embargo, las estadísticas informan que esta enfermedad degenerativa articular afecta a más del 25% de la población mayor de 18 años. La OA se define como un trastorno complejo con múltiples factores de riesgo tanto genéticos como ambientales, lo cual implica la presencia de múltiples afecciones crónicas en un solo individuo causando así una mayor mortalidad, mayor hospitalización, deterioro de la salud física y mental, deterioro de la calidad de vida y resultados no óptimos de la enfermedad. La coexistencia de condiciones crónicas con OA también es muy común, especialmente durante las últimas décadas. Por ejemplo, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, > 30% de las personas con diabetes mellitus y enfermedades cardíacas tienen OA.1-2

Los cambios patológicos observados en las articulaciones con OA incluyen:

·      Pérdida progresiva y destrucción del cartílago articular

·      Engrosamiento del hueso subcondral

·      Formación de osteofitos

·      Grados variables de inflamación de la membrana sinovial

·      Degeneración de ligamentos y meniscos de la rodilla

·      Hipertrofia de la cápsula articular

Por lo tanto, la etiología de la OA se considera multifactorial e incluye lesiones articulares, obesidad, envejecimiento y herencia.2

Los principales síntomas clínicos de la OA incluyen:

Aunque la OA afecta principalmente a las personas de gran edad, las lesiones traumáticas relacionadas con el deporte en todas las edades pueden provocar OA postraumática. 2

Sin embargo, se han identificado factores de riesgo considerados como los más comunes en la OA, por ejemplo:2

·      Envejecimiento: uno de los factores de riesgo más comunes de OA es la edad. A la mayoría de las personas mayores de 65 años se les diagnostican cambios radiográficos en una o más articulaciones. Además del cartílago, el envejecimiento afecta otros tejidos articulares, como la membrana sinovial, el hueso subcondral y el músculo, que se cree que contribuye a los cambios en el tejido articular. Los estudios que utilizan condrocitos articulares y otras células sugieren que las células envejecidas muestran un estrés oxidativo elevado que promueve la senescencia celular y altera la función mitocondrial.2

·      Obesidad: en los últimos años, la obesidad se ha convertido en una epidemia mundial caracterizada por una mayor composición corporal de tejido adiposo. Los pacientes con obesidad desarrollan OA antes y tienen síntomas más graves, mayor riesgo de infección y más dificultades técnicas para la cirugía de reemplazo total de articulaciones. Además del aumento de la carga biomecánica en la articulación de la rodilla, se cree que la obesidad contribuye a la inflamación sistémica de bajo grado a través de la secreción de citocinas derivadas del tejido adiposo. Específicamente, niveles de citocinas proinflamatorias, incluida la interleucina (IL). -1β, IL-6, IL-8 y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) se han encontrado elevados en modelos de obesidad en ratones inducidos por una dieta alta en grasas y en pacientes obesos.2

·      Lesión deportiva: la lesión de rodilla es la principal causa de OA en adultos jóvenes, aumentando el riesgo de OA más de cuatro veces. Informes clínicos recientes han demostrado que el 41% -51% de los participantes con lesiones previas de rodilla tienen signos radiográficos de OA de rodilla en años posteriores. El desgarro del tejido del cartílago, la dislocación de la articulación y las distensiones y desgarros de los ligamentos son las lesiones más comunes que se observan clínicamente y que pueden conducir a la OA. Las lesiones deportivas relacionadas con traumatismos pueden causar daños en los huesos, cartílagos, ligamentos y meniscos, todo lo cual puede afectar negativamente la estabilización de las articulaciones. Los signos de inflamación observados tanto en pacientes con artrosis de rodilla traumática como en modelos de lesiones en ratones incluyen aumento de citocinas y quimiocinas, expansión del tejido sinovial, infiltración de células inflamatorias y activación de la vía NF-κB.2

·      Inflamación: se ha establecido que la inflamación crónica de bajo grado que se encuentra en la OA contribuye al desarrollo y progresión de la enfermedad. Durante la progresión de la OA, toda la articulación sinovial, incluidos el cartílago, el hueso subcondral y la membrana sinovial, está involucrada en el proceso de inflamación. En los pacientes diabéticos y de edad avanzada se ha observado que, los factores inflamatorios convencionales, como IL-1β y TNF-α, así como quimiocinas, contribuyen a la inflamación sistémica que conduce a la activación de la señalización de NF-κB tanto en las células sinoviales como en los condrocitos. Las señales inflamatorias innatas también participan en la patogenia de la OA, incluidos los patrones moleculares asociados al daño (DAMP), las alarminas (S100A8 y S100A9) y el complemento.2

·      Predisposición genética: la predisposición hereditaria a la OA se conoce desde hace muchos años a partir de estudios familiares. Aunque la genética de la OA es compleja, la contribución genética a la OA es muy significativa. Durante la última década, las funciones de los genes y las vías de señalización en la patogénesis de la OA se han demostrado mediante estudios ex vivo que utilizan tejidos derivados de pacientes con OA y estudios in vivo que utilizan modelos animales de OA y modelos genéticos de ratón inducidos quirúrgicamente. Por ejemplo, se ha demostrado que las alteraciones en las vías de TGF-β, Wnt / β-catenina, Indian Hedgehog (Ihh), Notch y factor de crecimiento de fibroblastos (FGF) contribuyen al desarrollo y progresión de la OA al inducir principalmente respuestas catabólicas en condrocitos. Estudios recientes de análisis de genoma completo (GWAS) a nivel global, han logrado contribuir con la identificación de más de 80 mutaciones genéticas o polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) involucrados en la patogénesis de OA. Algunos de los genes identificados son importantes factores estructurales y relacionados con la matriz extracelular (Col2a1, Col9a1 y Col11a1) y moléculas de señalización críticas en la señalización de Wnt (Sfrp3), proteína morfogenética ósea (BMP) (Gdf5) y TGF-β (Smad3). Un estudio reciente de detección de todo el genoma de arcOGEN Consortium, mostró la identificación de nuevos SNP en varios genes, incluidos GNL3, ASTN2 y CHST11. Sin embargo, estos hallazgos deben ser verificados por estudios adicionales.2

 

Perspectivas de futuro

Aunque se ha logrado un progreso significativo en la investigación de la OA en los últimos años, todavía se sabe muy poco sobre los mecanismos moleculares de inicio y progresión de la OA. La OA es una enfermedad heterogénea causada por múltiples factores. Un descubrimiento novedoso sugiere un factor potencial importante para el desarrollo de OA, como lo es es Runx2.

 

Este factor se ha encontrado regulado de forma positiva en varios modelos de ratón con OA y en muestras de cartílago derivadas de pacientes con esta enfermedad. Las preguntas clave que deben abordarse son:

(1) ¿Runx2 es una molécula central que media el desarrollo de la OA en el tejido articular?

(2) ¿Podría usarse la manipulación de la expresión de Runx2 para tratar la enfermedad de OA?

 

La OA es una enfermedad que afecta a toda la articulación, incluidos el cartílago articular, el hueso subcondral, los tejidos sinoviales y los meniscos. Actualmente se desconoce en cuál de estos tejidos articulares se produce el daño por OA durante el inicio de la enfermedad; esto es importante porque está directamente relacionado con el tratamiento de la OA.

 

Además, los mecanismos de interacción entre los diferentes síntomas de la OA, como la degradación del cartílago articular, la formación de osteofitos, la esclerosis subcondral y la hiperplasia sinovial, requieren de más avances en su investigación. La comprensión de los mecanismos moleculares subyacentes a estos problemas acelerará el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para la OA.2

Referencias:

  1. Swain S, Sarmanova A, Coupland C, Doherty M, Zhang W. Comorbidities in Osteoarthritis: A Systematic Review and Meta-Analysis of Observational Studies. Arthritis Care Res (Hoboken). 2020 Jul;72(7):991-1000. doi: 10.1002/acr.24008. Epub 2020 Jun 7. PMID: 31207113.
  2. Chen D, Shen J, Zhao W, Wang T, Han L, Hamilton JL, Im HJ. Osteoarthritis: toward a comprehensive understanding of pathological mechanism. Bone Res. 2017 Jan 17;5:16044. doi: 10.1038/boneres.2016.44. PMID: 28149655; PMCID: PMC5240031.
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