Comparativa de la eficacia de Brivaracetam con otros agentes antiepiléptico

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Brivaracetam es un antiepiléptico de tercera generación perteneciente a la familia de los racetam y actúa como un análogo 4-n-propilo de levetiracetam. Se distingue por su afinidad hacia la proteína de vesícula sináptica 2A (SV2A), que es entre 15 y 30 veces mayor en comparación con levetiracetam (Figura 1). Además, posee una mayor permeabilidad cerebral en relación con levetiracetam (Feyissa, 2019; Khaleghi & Nemec, 2017).

En el año 2016, la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos aprobó el uso de brivaracetam como monoterapia para el tratamiento de convulsiones focales en pacientes epilépticos de 16 años o más. Posteriormente, en 2017, la FDA amplió la aprobación para incluir su uso como monoterapia en este grupo de pacientes. A partir de 2018, brivaracetam también fue aprobado como monoterapia y terapia adyuvante para el tratamiento de convulsiones de inicio parcial en pacientes de 4 años en adelante (Feyissa, 2019).

Brivaracetam es un medicamento lipofílico que penetra rápidamente en el cerebro. Su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica se debe a la difusión pasiva, sin la necesidad de transportadores específicos. Posee un volumen de distribución cercano al del agua corporal total y muestra una débil unión a las proteínas plasmáticas. La vida media del fármaco oscila entre 7 y 8 horas. En términos metabólicos, brivaracetam se procesa en el hígado, dando lugar a tres metabolitos inactivos que son posteriormente eliminados por vía renal en un lapso aproximado de 72 horas (Feyissa, 2019; Mumoli et al., 2015).

Efectos adversos.

El empleo de brivaracetam, como con cualquier antiepiléptico, no está exento de riesgos de efectos secundarios. Algunas de las reacciones adversas más comunes asociadas con este fármaco incluyen somnolencia, mareos y fatiga, que son generalmente de naturaleza leve a moderada. En casos más graves, brivaracetam ha sido relacionado con trastornos del estado de ánimo como la irritabilidad y la depresión. También existe un riesgo potencial de efectos secundarios neuropsiquiátricos como agitación, agresión y cambios conductuales. En algunos casos, se ha observado un aumento en las enzimas hepáticas, lo cual podría sugerir un impacto en la función hepática. Se recomienda una monitorización regular para detectar y gestionar estos efectos adversos, particularmente durante el inicio del tratamiento y ajustes de dosificación.

Eficacia en comparación de brivaracetam (BRV) con lacosamida (LCM), acetato de eslicarbazepina (ESL) y perampanel (PER).

En el ámbito de la epileptología, la elección del antiepiléptico más adecuado es crítica para el manejo efectivo de las convulsiones. Este resumen se centra en un metaanálisis que compara la eficacia y tolerabilidad del brivaracetam (BRV) con lacosamida (LCM), acetato de eslicarbazepina (ESL) y perampanel (PER).

En un metaanálisis de comparación indirecta de ensayos controlados aleatorios, se incluyeron diecisiete ensayos con un total de 4971 pacientes. Los resultados indicaron que no existen diferencias significativas entre BRV y LCM, ESL o PER, tanto en las dosis diarias recomendadas mínimas como en las más altas efectivas. En relación con la libertad de convulsiones, tampoco se encontraron diferencias significativas en las dosis diarias recomendadas mínimas o máximas. Se reportó que el tratamiento con 50 mg de BRV presenta un menor riesgo de desarrollo de efectos adversos en comparación con 8 mg de PER. Además, se observaron menos efectos adversos para las terapias de 200 mg de BRV en comparación con 1200 mg de ESL y 12 mg de PER. No se encontraron diferencias significativas en la tasa de abandono de las terapias por efectos adversos entre los distintos fármacos.

Los autores del metaanálisis concluyen que, aunque sus resultados no demuestran diferencias significativas en la eficacia entre BRV, LCM, ESL y PER en el tratamiento de la epilepsia, se observa una mejor tolerabilidad de BRV en comparación con ESL y PER en las dosis recomendadas efectivas más altas.

Conclusiones:

Aunque la eficacia de brivaracetam es comparable a la de otros antiepilépticos como lacosamida y eslicarbazepina, se observa una tolerabilidad superior, especialmente en dosis más altas. Este perfil favorable podría hacer de brivaracetam una opción terapéutica atrayente para médicos y personal sanitario. Se recomienda considerar brivaracetam como una adición valiosa al régimen terapéutico en casos adecuados, dada su eficacia y perfil de tolerabilidad.

Bibliografía

  • Brigo, F., Bragazzi, N. L., Nardone, R., & Trinka, E. (2016). Efficacy and tolerability of brivaracetam compared to lacosamide, eslicarbazepine acetate, and perampanel as adjunctive treatments in uncontrolled focal epilepsy: Results of an indirect comparison meta-analysis of RCTs. Seizure – European Journal of Epilepsy, 42, 29–37. https://doi.org/10.1016/j.seizure.2016.08.007
  • Feyissa, A. M. (2019). Brivaracetam in the treatment of epilepsy: A review of clinical trial data. Neuropsychiatric Disease and Treatment, 15, 2587–2600. https://doi.org/10.2147/NDT.S143548
  • Khaleghi, F., & Nemec, E. C. (2017). Brivaracetam (Briviact). Pharmacy and Therapeutics, 42(2), 92–96.
  • Mumoli, L., Palleria, C., Gasparini, S., Citraro, R., Labate, A., Ferlazzo, E., Gambardella, A., De Sarro, G., & Russo, E. (2015). Brivaracetam: Review of its pharmacology and potential use as adjunctive therapy in patients with partial onset seizures. Drug Design, Development and Therapy, 9, 5719–5725. https://doi.org/10.2147/DDDT.S81474
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