Lurasidona en Adolescentes y Adultos con Esquizofrenia: Desde los Ensayos Clínicos hasta la Práctica Clínica Real

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La esquizofrenia es una enfermedad crónica que causa psicosis y una disminución del funcionamiento. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que hay alrededor de 24 millones de personas con esquizofrenia a nivel global. La tasa es de 1 en 222 personas en la población adulta, y se calcula que las personas con esquizofrenia tienen de 2 a 3 veces más probabilidades de morir prematuramente que la población general (WHO, 2022).

Existen numerosas teorías acerca de la fisiopatología de la esquizofrenia. Entre las más aceptadas se encuentran las anomalías en la neurotransmisión, que pueden deberse a un exceso o una deficiencia de neurotransmisores como la dopamina (Figura 1), la serotonina y el glutamato. Se han asociado cuatro vías dopaminérgicas en la fisiopatología de la esquizofrenia: la nigroestriatal, la mesolímbica, la mesocortical y la tuberoinfundibular. Los bajos niveles de dopamina en la vía nigroestriatal afectan el sistema extrapiramidal y provocan síntomas motores. En la vía mesolímbica, el exceso de dopamina se asocia con síntomas positivos; en la vía mesocortical, los bajos niveles producen síntomas negativos y déficits cognitivos. Finalmente, la disminución de la dopamina en la vía tuberoinfundibular provoca niveles elevados de prolactina, lo que lleva al desarrollo de galactorrea, amenorrea y reducción de la libido (Patel et al., 2014).

Factores de riesgo.

Los factores de riesgo para el desarrollo de esquizofrenia son múltiples y pueden categorizarse en genéticos, ambientales y psicosociales. La presencia de una historia familiar de esquizofrenia aumenta significativamente el riesgo, sugiriendo una base genética en la susceptibilidad a la enfermedad. Los factores ambientales como el estrés, el abuso de sustancias, y experiencias traumáticas también juegan un papel crucial. Durante el desarrollo prenatal, la exposición a infecciones, malnutrición o estrés en la madre pueden contribuir a un mayor riesgo. Asimismo, ciertos eventos de la vida, como el aislamiento social o la migración, también se han asociado con la aparición de esquizofrenia.

Lurasidona

La lurasidona es un agente antipsicótico que actúa como antagonista completo de los receptores de dopamina D2 y serotonina 5-HT2A. Además, muestra afinidad por los receptores de serotonina 5-HT7 y funciona como un agonista parcial del receptor de serotonina 5-HT1. La concentración sérica máxima se alcanza en un período de 1 a 3 horas, con una concentración de estado estacionario que se logra en 7 días. El fármaco se metaboliza a través de la enzima CYP3A4 y tiene una vida media de eliminación que oscila entre 20 y 40 horas (Azhar and Shaban, 2023; Loebel and Citrome, 2015).

Eficacia.

    Ogasa et al. (2013): En su estudio con pacientes de 18 a 64 años diagnosticados con esquizofrenia, los participantes recibieron lurasidona de 40 mg (N = 50) y 120 mg (N = 49), o un placebo (N = 50). Los resultados mostraron cambios significativos en la Escala Breve de Calificación Psiquiátrica en los grupos tratados con lurasidona, así como mejores resultados en la Escala de Síndrome Positivo y Negativo en comparación con el placebo. Los efectos secundarios más comunes fueron náuseas y sedación.

    Loebel et al. (2013): Este estudio evaluó la eficacia de 80 mg/día y 160 mg/día de lurasidona, revelando una mejora significativa en la semana 6 en la puntuación total de la Escala de Síndrome Positivo y Negativo. La tasa de respuesta fue del 68% en el grupo que recibió 80 mg/día y del 79% en el grupo que recibió 160 mg/día.

Comparación con Quetiapina:

Un estudio mostró que la lurasidona es más eficaz en la prevención de recaídas en comparación con la quetiapina. La probabilidad de hospitalización a los 12 meses fue menor en el grupo tratado con lurasidona, y una proporción significativamente mayor de sujetos logró la remisión al final del estudio (Loebel, Cucchiaro, Xu, et al., 2013).

    Costamagna et al. (2021): Este estudio involucró a pacientes de 13 a 25 años a los que se les administraron dosis de 40, 80, 120 o 160 mg de lurasidona durante 6 semanas. Los resultados mostraron cambios en la puntuación total en la Escala de Síndrome Positivo y Negativo. Los eventos adversos más frecuentes fueron náuseas en el 13.5%, somnolencia en el 12.1% y acatisia en el 10.1%.

Conclusiones:

La esquizofrenia es una enfermedad compleja con una fisiopatología multifactorial que aún no se comprende completamente. Los tratamientos actuales, como la lurasidona, ofrecen una eficacia significativa en el manejo de síntomas tanto positivos como negativos. Los estudios revisados indican que la lurasidona es una opción terapéutica efectiva con un perfil de efectos secundarios manejable. Sin embargo, dada la heterogeneidad de la enfermedad y la variabilidad en la respuesta al tratamiento, es fundamental considerar un enfoque individualizado para el manejo clínico. Además, la identificación de factores de riesgo y el desarrollo de estrategias de prevención son igualmente cruciales para abordar la carga global de esta enfermedad incapacitante.

Bibliografía 

  • Azhar, Yusra, and Kamleh Shaban. 2023. “Lurasidone.” in StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing.
  • Costamagna, Isabella, Fabrizio Calisti, Agnese Cattaneo, Jay Hsu, Michael Tocco, Andrei Pikalov, and Robert Goldman. 2021. “Efficacy and Safety of Lurasidone in Adolescents and Young Adults with Schizophrenia: A Pooled Post Hoc Analysis of Double-Blind, Placebo-Controlled 6-Week Studies.” European Psychiatry: The Journal of the Association of European Psychiatrists 64(1):e35. doi: 10.1192/j.eurpsy.2021.30.
  • Hany, Manassa, Baryiah Rehman, Yusra Azhar, and Jennifer Chapman. 2023. “Schizophrenia.” in StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing.
  • Loebel, Antony, and Leslie Citrome. 2015. “Lurasidone: A Novel Antipsychotic Agent for the Treatment of Schizophrenia and Bipolar Depression.” BJPsych Bulletin 39(5):237–41. doi: 10.1192/pb.bp.114.048793.
  • Loebel, Antony, Josephine Cucchiaro, Kaushik Sarma, Lei Xu, Chuanchieh Hsu, Amir H. Kalali, Andrei Pikalov, and Steven G. Potkin. 2013. “Efficacy and Safety of Lurasidone 80 Mg/Day and 160 Mg/Day in the Treatment of Schizophrenia: A Randomized, Double-Blind, Placebo- and Active-Controlled Trial.” Schizophrenia Research 145(1–3):101–9. doi: 10.1016/j.schres.2013.01.009.
  • Loebel, Antony, Josephine Cucchiaro, Jane Xu, Kaushik Sarma, Andrei Pikalov, and John M. Kane. 2013. “Effectiveness of Lurasidone vs. Quetiapine XR for Relapse Prevention in Schizophrenia: A 12-Month, Double-Blind, Noninferiority Study.” Schizophrenia Research 147(1):95–102. doi: 10.1016/j.schres.2013.03.013.
  • Ogasa, Masaaki, Tatsuya Kimura, Mitsutaka Nakamura, and John Guarino. 2013. “Lurasidone in the Treatment of Schizophrenia: A 6-Week, Placebo-Controlled Study.” Psychopharmacology 225(3):519–30. doi: 10.1007/s00213-012-2838-2.
  • Patel, Krishna R., Jessica Cherian, Kunj Gohil, and Dylan Atkinson. 2014. “Schizophrenia: Overview and Treatment Options.” Pharmacy and Therapeutics 39(9):638–45.
  • WHO. 2022. “Schizophrenia.” World Health Organization. Retrieved August 16, 2023 (https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/schizophrenia).
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